El Día Internacional del Whisky, reconocido el 21 de Mayo, es un tributo a una de las bebidas destiladas más veneradas y apreciadas en todo el mundo. Esta fecha conmemorativa tiene sus raíces en la muerte del ilustre escritor irlandés James Joyce en 1941, un hombre conocido por su amor hacia éste destilado. Quién, a pesar de haber nacido en Irlanda, pasó gran parte de su vida adulta en Europa continental, particularmente en París, donde desarrolló su gusto por el whisky escocés.
El whisky, conocido como «uisge beatha» en gaélico escocés y «uisce beatha» en irlandés, que significa «agua de vida», tiene una historia rica y antigua. Sus orígenes exactos son difíciles de determinar con precisión debido a la falta de registros históricos completos; aún así, hay evidencia de que su producción se remonta al menos al siglo XV en Escocia e Irlanda.
Inicialmente, el whisky se destilaba como una forma de preservar los excedentes de grano durante los meses de cosecha para su consumo posterior. A lo largo de los años, su destilación evolucionó desde una práctica doméstica hasta una industria altamente sofisticada y especializada.
A lo largo de los siglos, el whisky ha desempeñado un papel importante tanto en lo cultural como en lo social. En el siglo XVIII, las destilerías clandestinas proliferaron debido a los impuestos excesivos y las restricciones impuestas por el gobierno británico. Estas destilerías ilegales eran conocidas como «bothies» en Escocia y como «poteen» en Irlanda.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por erradicar la destilación, la demanda de whisky seguía siendo alta; la existencia de éstas destilerías tuvo un significado crucial en la preservación de la tradición de ésta bebida.
Durante el siglo XIX, comenzó a ganar reconocimiento internacional gracias a la creciente popularidad del comercio marítimo y la expansión del Imperio Británico. Los comerciantes, en su mayoría escoceses, exportaban barriles de whisky a países de todo el mundo, principalmente a aquellos ubicados en América del Norte y Asia.
Una bebida que hoy en día es conocida a lo largo y ancho del globo, no sólo por su historia, su artesanía, su cuidadosa elaboración y sus sabores complejos; sino también por los momentos generados en torno a ella. Es por eso que en el Día Internacional del Whisky sus amantes suelen reunirse para celebrar y brindar.
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Donde la artesanía se encuentra con el lujo, existen creaciones que van más allá de lo ordinario, elevan la idea de excelencia a niveles inigualables.
La pasión por la perfección sensorial alcanzada por especialistas de la destilería toma, sin lugar a dudas, protagonismo en cada botella. Resaltando así no sólo el valor de su riqueza sino también el de una herencia generacional.
1. The Macallan Fine and Rare Collection 1926
Producción: 40 botellas, añejado 60 años en barricas de Jeréz
Valor: la botella vale 1,9 millones U$D; una medida cuesta 118.750 U$D
2. The Macallan in Lalique Cire Perdue
Producción: sólo una botella, añejado en el decantador lalique
Valor: fue subastada en 2010 por 460.000 €
3. The Macallan 1967
Producción: sólo 13 botellas, colección Anecdote of Agnes
Valor: 366.000 € la botella
4. The Macallan Old Pure Pot Still Whiskey
Producción: sólo 1 botella
Valor: 143.000 € la botella
5. Dalmore 64 Trinitas
Producción: sólo 3 botellas, 140 años de maduración
Valor: 140.000 € la botella